Marihuana ¿Beneficiosa o perjudicial?
En el último año me llamó la atención el número de jóvenes que acudió a la consulta, por consumo de cannabis, (marihuana), y porque durante la entrevista se evidenció el uso de este estupefaciente, defienden su uso apoyados sobre el efecto medicinal de la misma y el hecho de que es un producto natural y “todo lo natural es sano”.
Siempre les exhorto, coincidiendo con la opinión de los expertos en el VI Congreso de Patología Dual celebrado en junio en Madrid, España. Por alguna razón hay un grupo de poder que promueve las propiedades terapéuticas de la marihuana, que, si las tiene, para enfermedades específicas como la esclerosis lateral amiotrofia, esclerosis múltiple, enfermedad terminal entre otras y obvia sus efectos perjudiciales. Tantos, que la OMS (Organización Mundial de la Salud) considera que “las cifras del trastorno por consumo de esta sustancia es lo suficientemente elevado para considerarlo un problema de salud pública”.
La otra parte de la historia es que el THC (tetrahidrocannabidol) ingrediente activo de la marihuana, afecta diferentes órganos del cuerpo. En el cerebro afecta la forma en que las células nerviosas funcionan y en cómo se comunican entre sí. Mientras a más temprana edad se empieza a utilizarse mayor es el daño cerebral sufrido, provocando disminución de la capacidad de pensar, de aprender, de realizar tareas complicadas. Afecta además la coordinación, el equilibrio, haciendo que el tiempo de reacción sea más lenta entre las manos y los ojos, interfiriendo en la conducción de vehículos, por lo que aumenta el riesgo de accidentes, de padecer enfermedades de transmisión sexual al alterar el juicio y por supuesto aumenta el riesgo de padecer trastornos mentales como la esquizofrenia, trastorno bipolar, ansiedad y depresión, lo que se evidencia en el alto porcentaje de jóvenes enfermos mentales deambulando por las calles.
En conclusión, si usted no tiene alguna de las enfermedades para las cuales está aprobada el consumo de esta sustancia, implica que usted la está usando de forma recreativa que tiene como consecuencia más daño que beneficio.
Dra. Judith Morrobel, Psiquiatra infantil y adultos. Centro Médico Bournigal